¿Harías un diccionario bilingüe tú solo y sin Google?


Não ter um tostão, tradução, espanhol, português


Cómo elaborar un diccionario bilingüe sin contar con Internet

A mediados de los 90, la editorial ACME AGENCY me dio la oportunidad de desarrollar un diccionario bilingüe español-portugués/portugués-español

Confieso que fue una tarea ardua pero al mismo tiempo muy placentera. En esa época, las conexiones a Internet no eran las de ahora. Fue un trabajo artesanal. 

Sentada frente al monitor en blanco, no había muchas dudas, tenía que comenzar colocando la letra "A"... pero... ¿y luego? ¿qué pongo?, me preguntaba, ¿la traducción? La letra "A" claramente es igual en ambos idiomas... ¿pero cuál pongo primero? ¿la "A" en español o la "A" en portugués? ¿en qué orden? ¿y las acepciones? ¿cómo las separo? ¿pongo directamente la traducción? etc. etc.

No, no..., me respondía, me gustaría agregar varias traducciones de significados también... ¡Y hacer aclaraciones útiles para los usuarios! No voy a poner "obrigado/da" y escribir simplemente "Gracias" al lado..., me respondía, debo dejar en claro que los hombres usan la primera forma y las mujeres la segunda... 

¡Y tengo que poner los nombres de los Orixás en portugués! porque si alguien está leyendo Jorge Amado y consulta mi diccionario, no puede quedarse sin respuesta. 

En fin, hablaba sola por horas... y cuando lo haces frente a la computadora puede ser aceptable, pero cuando reflexionas en voz alta en la cola del supermercado... o en un ascensor... la gente comienza a mirarte raro..., pero es así, la obra se apodera de uno.

Prácticamente sin Internet, trabajé con pilas de diccionarios bilingües y monolingües a la izquierda del monitor y reservé el sector derecho para las gramáticas, los diccionarios de dudas, los apuntes de la FUNCEB y mi amado e infaltable Aurélio en todas sus versiones. Todo a mano.

Hoy recordé estas experiencias al leer en un texto la expresión "Não ter um tostão". Inmediatamente me vino a la memoria aquella época. Aunque no lo crean, descubrí traducciones insospechadas, como la traducción del portugués al español de esa frase. ¿Dónde? En una de las decenas de diccionarios de mi colección. ¿Saben qué decía? 

"Não ter um tostão" =  "No tener un zope"

¡Sí, sí, decía eso, les juro que es verdad! 

Si por lo menos hubiera dicho "No tener un sope"... no sé... el impacto hubiera sido otro. La verdad es que no se pueden sumar peras con manzanas... Pero acá no se trataba solo de eso. Hasta llegué a pensar que quizás era yo, que no era lo suficientemente abierta, que no podía darme cuenta de que mezclar la fonética de la "s" como si fuera en portugués, pero escrita en castellano, era el sumun de la creatividad, sumado a la forma de hablar "al revés" o "al vesre" (pe-so/so-pe).

Siempre puede haber errores, pero algo así me haría descartar de plano una obra.

La etapa de corrección de mi diccionario fue bastante intensa. Pasó por varias galeras. Fue el profesor Luiz Roos quien se encargó de la revisión ortográfica inicial para luego pasar a la Editora Nova Fronteira, encargada de dar el visto bueno final. 

Fue un sueño hecho realidad y un orgullo saber que la Editora Nova Fronteira (*) había aprobado mi trabajo.

Hoy tengo una colección aún mayor de diccionarios y cuento con todos los recursos de la modernidad.

¿Entonces? ¿Qué estoy esperando?

¡Es hora de retomar el viaje y crear una obra aún mejor!




(*) La Editora Nova Fronteira editaba en esa época el Dicionário Aurélio da Língua Portuguesa

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